Llueva, truene, relampaguee, haga viento o simplemente no pase nada en el cielo, una tormenta siempre sera una tormenta. Y el tormento que representa saber que alguna llega no se compara con nada. Esa ansiedad de saber que algo destructivo se avecina se apodera de cada uno de nuestros nervios, nos desespera, nos asusta...
Pero cuando pasa, cuando ha quedado solo el silencio, cuando el miedo aun nos tiene a todos presos, y nadie se anima a decir nada, temiendo enterarse de ya no estar vivos, es entonces cuando nos damos cuenta de esa calma de muerte, esa calma aparente. Es esperanzadora, siempre. Nos deja en el limbo. Hace dudar si morimos. Obliga a valorar lo que hemos vivido, lo que tenemos, lo que perdimos...
Esa calma vana, que dura apenas unos minutos... Es la que me tiene preso por horas despues de saber que no sabes si quieres seguir conmigo... Soy preso, soy el mismo castigo, soy el libro que ha guardado los recuerdos, para no olvidarlos. Esos recuerdos que me alegran y que pensar que no acumulare mas, me derrotan, me matan. No quiero dejar nunca de estar contigo...
Ya busque por todos los medios, desahogarme, liberarme de ti, de todo lo que significas... Pero dime tu ¿A donde mando este amor que te tengo? Si es mas grande que el universo. ¿A donde envio todos los recuerdos de nuestros dias juntos? Si el libro de las mil y una noches no es suficiente para contenerlos... Dime tu ¿A donde me pierdo?
Grité! Lloré! Vomité! Y es que nunca podre perdonarme si te pierdo. Eres el objeto de mi cariño, con quien estoy dispuesto a vivir mi vida. Quizas a la unica persona que estoy dispuesto a cuidar, en salud y en enfermedad. A quien estoy dispuesto a apoyar: en las buenas, en las malas y en las que estoy pasando. Eres el calor que se ha apoderado de mi cuerpo, el calor que lo sacó del frio. Eres quien me hizo sentir vivo, y sin ti... solo respiro...
Mi tormenta apenas inicia, o estoy en medio de ella, o acaba de terminar una y ya veo venir otra... Pero aun albergo esperanzas... De que quiza no sea mi tiempo... Estoy atravesando esa calma, que me da tiempo de pensar, de serenarme, de violentarme, de desesperarme, de imaginar un futuro aunque ya no siga vivo...
Ya vendra tambien el tiempo de reparar lo caido. Los daños de la tormenta esta vez son mas grandes, arrasó con todo. Y al verlo, el abatimiento me llena, no se por donde empezar a levantarme. Veo a mi alrededor y lo siento todo en contra, como si mi tormpenta personal solo me hubiese afectado a mi... ¡Demonios! Pues si es mi tormenta! Esa misma que yo llamo... ¿Que otra cosa esperaba?...
Sí, esperaba que la tormenta no volviera, no despues de la ultima... No despues de haber sufrido tanto para recuperarme de los daños de aquella... No despues de que me habias prometido resguardarme de ella, no dejarla que volviera a aparecer... Pero vino, y la dejaste que me golpeara... ¿Por que tu no recuerdas las promesas que haces? ¿Por que quieres que yo mantenga las que hice?...
Si me das la respuesta a la ultima pregunta, tendras respuesta a la anterior... Y tendras respuesta a mi esperanza, si la pinto de algun color o si la dejo seguir en grises... Me daras un motivo para dejar de sufrir, y empezar de nuevo a construir lo que destrui...
De cualquier forma, aprovechare esta calma, para descanzar, seguir pensando, reflexionar, buscar divertirme... Vaciar mis recuerdos en un libro... Para estar libre por si tengo que iniciar un nuevo libro sin tener que escribirlo, hasta que llegue de nuevo, este vacio... O que no llegue nunca de nuevo el frio...
Dime que aun soy de ti, que no te has ido, que sigues ahi, que tu corazon es mio.......
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